viernes, 27 de mayo de 2016





LA EDUCACIÓN VENEZOLANA COMO INSTRUMENTO DE INCLUSIÓN SOCIAL E IMPORTANCIA DE LA CONSOLIDACIÓN  DE VALORES

Por, Msc. Iliana D.J Fuentes de P.
Sección A, Doctorado en Ciencias de la Educación
La Julia-UNERG, Mayo 2016.
                 
      En Venezuela bajo el marco de los derechos, es asumida la educación como un derecho social y humano. Desde el Ministerio de educación surgen políticas que garantizan una educación gratuita a toda la población de edad escolar, estimulando la permanencia de los estudiantes dentro del sistema y facilitando una educación integral que brinda formación a la persona en concordancia con el proyecto educativo del país. El cual muestra una visión distinta donde se plantean nuevas ideas para generar una transformación, cuyas orientaciones vienen dadas por los cambios políticos y sociales que está viviendo actualmente el país. Por tanto como educadores es necesaria la comprensión de esta nueva realidad para involucrarnos más y llevar a cabo la nueva formación del individuo.
  
    En este sentido, el fenómeno social llamado educación viene a funcionar como un sistema, por tanto está constituido por un conjunto de elementos tales como: (alumno, maestro, estructura física y métodos de enseñanza), que establecen entre ellos relaciones, lo cual conocemos como sistema educativo. En Venezuela se ha implementado un nuevo modelo bajo la reforma constitucional del año 1999, la cual permanece vigente y en proceso de cambio y transformación, fundamentado en los discursos de Simón Bolívar, análisis y posturas de Simón Rodríguez, proclamas de Ezequiel Zamora, propuestas y reflexiones de Prieto Figueroa y Belén San Juan; con el objetivo de formar un ser crítico analítico de teorías que promueven nuevas alternativas para la solución de los problemas sociales que presenta Venezuela , es decir, un ciudadano que toma conciencia social. Donde se propone la búsqueda de lo autóctono, la raíz étnica y cultural de país y de nuevas formas de educación en las que el docente, estudiante, la familia y comunidad asumen protagonismos importantes.
           
          El mismo señala en su estructura un subsistema de niveles educativos y modalidades. Contando con un nivel  de educación inicial, maternal y preescolar que va desde los 0 a 6 años. Un nivel de educación primaria que va desde los 6 a 12 años. Este subsistema pretende formar a los niños como seres reflexivos y críticos de esta sociedad, además de fomentar el aprendizaje desde su entorno, donde se busca promover actitudes y valores que reflejan el amor y el respeto a la patria. De igual manera cuenta con un nivel de educación media diversificada y profesional representada por liceos públicos, bolivarianos y privados, escuelas técnicas y escuelas técnicas Robinsonianas y Zamoranas. El cual tiene como finalidad profundizar los conocimientos científicos, humanísticos y tecnológicos de los estudiantes, así como continuar con su formación ética y ciudadana preparándolos para su incorporación digna y eficaz al mercado de trabajo y a proseguir estudios a nivel superior, la cual tiene una duración de 3 años y acredita el título de bachiller o nivel técnico medio profesional en  las escuelas técnicas.
            
       En cuanto a la educación superior la misma es desarrollada en institutos técnicos superiores y universidades públicas y privadas, el mismo no constituye un nivel obligatorio en el sistema pero si cumple un papel protagónico ya que corresponde a la formación profesional del individuo para incorporarlo al medio productivo y cubrir las demandas de la sociedad.
           
          Por otra parte, en relación a las modalidades de estudio se cuenta con una educación especial la cual atiende a todas aquellas personas cuyas características físicas, psicológicas, neurológicas, intelectuales o emocionales les impida de una manera u otra adaptarse y avanzar en los diferentes niveles del sistema educativo. Otras de las modalidades que comprende este sistema es la educación para adultos la cual corresponde a los servicios educativos que el estado proporciona a las personas mayores de 15 años, abarcando la educación básica (misión Robinson), una educación media diversificada y profesional (misión sucre), con salida a la educación superior y capacitación u oficio (misión Ribas-misión vuelvan caras), garantizando competencias básicas para la incorporación al campo laboral combinando estrategias flexibles que proporcionan al adulto desarrollo personal, social, cultural, comunitario y económico en pro del bienestar común de la sociedad.
           
        La educación militar es otra de las modalidades que abarca el sistema educativo venezolano sobre la importancia de los problemas inherentes a la soberanía, defensa e integridad de la república. Entre otras, se cuenta con una educación para artes la cual va dirigida a  promover, rescatar y de difundir las manifestaciones folklóricas y de tradición popular, desarrollando en los educandos habilidades y capacidades para la interpretación estética y visual de las distintas manifestaciones del arte.

      De la misma forma se cuenta con la educación para la formación de ministros de culto (eclesiásticos), la misma se rige por las disposiciones de la ley orgánica de la educación en cuanto la sean aplicables y por las normas que dicten las autoridades religiosas competentes. En el mismo sentido se destaca la educación extra-escolar, la cual atiende los requerimientos de la educación permanente, la misma cuenta con programas diseñados especialmente para proveer a la población de conocimientos y prácticas que eleven su nivel cultural, artístico y moral que perfeccione la capacidad para el trabajo.
      
       Por último se destaca la educación pluricultural y multiétnica, la cual fue creada bajo el decreto presidencial, el consejo nacional de educación y culturas indígenas, fué firmado el decreto de preservación y difusión de la lengua indígena, llevando a cabo el programa de traducción de textos escolares, de la lectura y de la formación de docentes intercultural-bilingües para nuestros pueblos indígenas.
       
       Es importante reconocer que la estructura curricular que se presenta en la actualidad es un modelo diseñado por nosotros mismos y no es una copia de otros modelos, el cual está adaptado a nuestras necesidades, a nuestra gente, a nuestro tiempo y es flexible a la discusión y al cambio, por lo tanto queda de parte de la población llevar a cabo una educación con un carácter firme en cuanto a valores donde la  actitud del individuo no pierda su identidad social, es por ello que tanto el docente, la familia y comunidad deben de impulsar la concientización de estos valores para crear el inicio del cambio.
                
         A través del sistema educativo venezolano, podemos estudiar a fondo los problemas actuales de nuestra sociedad, de manera que podemos dar respuesta a los conflictos que pueden bloquear la educación de nuestros estudiantes y plantear posibles soluciones, y de esta manera crear un espíritu de solidaridad e identidad que tanta falta está haciendo en nuestra familia y a partir de allí los pilares de nuestra educación aprender a crear, aprender a convivir y participar, aprender a valorar y aprender a reflexionar podrán ser realmente eficaces y lograr los objetivos planteados, sin dejar a un lado el pensamiento de nuestro libertador “Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”. Simón Bolívar. Es cierto que el Estado venezolano, la Sociedad Civil organizada y el Ministerio de Educación tienen mucho por hacer en pro de la educación en el país, pero lo que resultará crucial para la transformación de la educación en Venezuela ocurrirá en las aulas de los diferentes niveles del sistema. Es en el aula, donde se estimula la construcción del comportamiento social y del conocimiento académico, donde se fortalece la autoestima y se desarrollan las relaciones sociales.
            
       Es absolutamente indispensable pasar a un modelo de currículo reflexivo, crítico para profundizar en la teoría y la práctica que envuelve el quehacer diario de los docentes en la actualidad. En este sentido es necesario:
            
        Pasar de un currículo diseñado a partir de áreas y asignaturas a un currículo más integral, diseñado sobre la base de ejes transversales que sirvan de andamiaje y le den sentido a las áreas del saber. Entendiendo la transversalidad como las grandes arterias sociales que contextualizan y le dan integralidad a la formación de un docente que aspira desempeñarse en un mundo violento, lleno de obstáculos y de luchas sociales por el poder y la sobrevivencia.
            
       Superar los supuestos teóricos lineales, los cuales sirvieron de base a la práctica docente durante medio siglo, a teorías más justas y humanas: el cognoscitivismo, el constructivismo, el aprendizaje significativo, la teoría comunicacional, que dan respuestas más acertadas acerca de cómo se enseña a aprender cediendo  el paso a una educación sustentada en lo axiológico que garantice el fortalecimiento del ser del docente y que le corresponderá desempeñarse en un espacio y un tiempo complejos.
            
        Modificar la práctica profesional, incluida en el Currículo de Formación Docente por un proceso de apropiación a partir de la reflexión sobre el proceso de investigación social que el futuro docente debe realizar en forma paralela a la discusión sobre la teoría que sustenta su práctica, junto a la actualización y democratización de las estrategias de información y la comunicación como ejes integradores e implementar estrategias de evaluación continua de la calidad de la enseñanza.
      
      La figura del docente y su poder de transformación en las instituciones educativas, de la educación y por ende de la sociedad cumple un papel crucial. Quizás inspirado en nuestro maestro Simón Rodríguez quien sostenía: “los cambios en la escuela y en la educación entran con el maestro”. Este pensamiento llevo al maestro prieto Figueroa a expresar “Venezuela será lo que sus maestros quieran que sea”. Por otra parte Simón Rodríguez señaló en una ocasión una expresión la cual nunca perderá vigencia: “Quieren tener República, comiencen por formar republicanos”, significando que la tarea fundamental de la educación y de los maestros no es otra que la de formar los nuevos republicanos que hagan posible la construcción de la nueva república. De nada vale una escuela nueva si no contempla la existencia de un nuevo maestro comprometido a la enseñanza y la formación de un nuevo ser.

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